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Compensación de deudas

La compensación de deudas consiste en la posibilidad de liquidar saldos deudores y acreedores cuando una misma persona es simultáneamente deudora y acreedora de otra.

La compensación, tal y como se ha definido, constituye un concepto simple e intuitivo que prácticamente todas las personas conocen. Sin embargo, son precisos determinados requisitos para poder compensar desde un punto de vista estrictamente legal:

  • Dos personas son recíprocamente deudoras y acreedoras la una de la otra, de manera que no podrá operar la compensación legal si no existe identidad de los sujetos.
  • Las deudas lo sean de dinero o de cosas que resulten intercambiables, análogas, o siguiendo la expresión que contiene el Código Civil español, que sean de la misma especie y calidad.
  • Las deudas están vencidas y en consecuencia resultan exigibles

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Compensación en el ámbito bancario

Este mecanismo se contempla con mucha frecuencia en el ámbito de las relaciones bancarias, pues es frecuente que un mismo cliente tenga saldos deudores y saldos a su favor frente al Banco como consecuencia de que realiza varias operaciones de diversa naturaleza con la misma entidad financiera.

Es decir, un mismo cliente mantiene abierta una cuenta corriente con saldo a favor en una entidad financiera y a su vez es titular de una tarjeta de crédito en esa misma institución bancaria, por lo que ante la empresa es, al mismo tiempo, un cliente de activo y de pasivo.

Éste es el motivo por el que se suele establecer en los distintos contratos u operaciones que se firman con una misma entidad financiera la posibilidad de compensar los posibles saldos deudores y acreedores que existan con el monto existente en una cuenta con saldo a favor del deudor.

La compensación en el ámbito bancario no supone una mala práctica, siempre y cuando se encuentre expresamente prevista en los contratos y se realice cumpliendo los requisitos contractualmente previstos por la normatividad bancaria.

El mecanismo de compensación de deuda está regulado, esto significa que debe existir un acuerdo previo entre deudor y acreedor para poder activarlo. Es decir que la institución financiera no podría realizarlo, sin conocimiento del moroso, para efectuar el cobro correspondiente del adeudo.

Este tipo de cláusula de compensación puede incluirse en los contratos que se firman con las instituciones crediticias, así que es importante que —antes de firmar cualquier compromiso financiero— se lean las especificaciones de dicho préstamo y los mecanismos que se activarán en caso de que se deje de pagar el mismo .

Lograr un buen manejo de las finanzas personales evitará estar bajo estos supuestos y poner en riesgo la economía familiar. La principal recomendación de los expertos es mantener el control de las deudas, ajustar los gastos a un presupuesto y cuidar que el uso del crédito sea mesurado y dentro de las posibilidades de pago. 

¿Qué contiene la cláusula de compensación?

  1. La cláusula debe estar incluida en el contrato de la cuenta cuyo saldo se utiliza.
  2. Debe informar desde un primer mo­mento a sus titulares, con redacción clara, concreta y sencilla, de que la compensa­ción se podría aplicar con su saldo.
  3. Debe informar y advertir, de forma transparente sobre la existencia de esta cláusula y sobre la posibilidad de que el titular de una cuenta asuma que la entidad puede compensar con su saldo las deudas ­que le sean atribuibles.

¿El banco puede cobrarse de mis ahorros?

La compensación entre cuentas consiste en traspasar dinero de una cuenta con saldo positivo a otra que está en descubierto, siempre del mismo titular. Para que el banco pueda hacerlo, no tiene obligación de comunicarlo explícitamente, pero sí debe mediar una cláusula clara en el contrato de la cuenta.

Es una práctica legal que cuenta con una normatividad que establece límites para el caso de embargo de ahorros, sueldos y pensiones en cuentas bancarias.

Aunque este límite no afecta a la compensación, se considera una buena práctica bancaria que el banco, al compensar cuentas, evite traspasar la cantidad límite que forma parte del salario o pensión que la norma considera un mínimo vital.

Si estás en una situación de impago y necesitas entender el sistema financiero para saber qué opción tienes para saldar tus deudas, la recomendación es acercarse con las reparadoras de deuda, pues cuentan con asesores financieros que analizarán tu caso y te ofrecerán una solución a la medida de tu situación. 

Las reparadoras de créditos son especialistas en negociación con los acreedores, pero también te ofrecen asesoría precisa sobre cómo desarrollar un plan de ahorro que te permita cumplir con tu compromiso y rehabilitarte financieramente. 

Opciones para pagar mi deuda

Acudir a una reparadora te ayudará a obtener una buena negociación con tus acreedores para que pagues menos. Recuerda que no es el fin del mundo. Tener un mal historial crediticio no es pecado mortal, puedes verlo de otra manera, como lo ven estos especialistas en negociación crediticia: es la posibilidad de rehabilitarse como deudor y aprender a manejar mejor tus finanzas personales.

Si logras cumplir de manera disciplinada con tu plan de pagos, sin duda, saldrás pronto de esa situación que quizá en algún momento te costó varios dolores de cabeza. Ahora solo enfócate en que al retomar las riendas de tu vida financiera seguramente también lograrás tomar mejores decisiones crediticias futuras.

Encontrarás mucha información sobre cómo renegociar con tus acreedores. De hecho, eso es lo primero que tienes que hacer cuando te das cuenta de que te has retrasado en tus pagos mensuales para cumplir con tus compromisos financieros. Debes acercarte a la institución crediticia y solicitar opciones para saldar tu adeudo, precisamente para evitar que se activen mecanismos como la compensación de deudas.

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