Para poder solicitar una tarjeta de crédito necesitas ser mayor de edad. Hay que tener como mínimo 18 años. De hecho, hay productos financieros especializados en ese rango de edad, en el que muchos comienzan a construir su historial crediticio: de los 18 a los 30 años.
Se trata de tarjetas asociadas a cuentas que tienen ventajas específicas por ser cuentahabientes nuevos. Este tipo de tarjetas (y cuentas) no suelen tener comisiones anuales. Están pensadas en bancarizar a la población para que los jóvenes se inserten en el sistema financiero.
En el mercado se ofertan tarjetas de débito y de crédito. Hay pocas tarjetas prepago para mayores de edad, pues se trata de un segmento que ya puede tomar decisiones sobre sus finanzas personales, en función de sus ingresos y gastos.
Las tarjetas de crédito que se ofrecen para jóvenes suelen tener ventajas específicas para este segmento de clientes, como descuentos en experiencias culturales, viajes, cine, restaurantes y otras amenidades.
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Diferencias entre tarjetas
- Tarjetas de débito. Están asociadas a las cuentas corrientes sin comisiones específicas para jóvenes.
- Tarjetas de crédito. Es un instrumento de financiamiento, lo que significa que la institución crediticia solicitará comprobar ingresos regulares o estabilidad laboral.
- Tarjetas prepago. No requieren tener una cuenta corriente para poder contratarlas. Se manejan con saldo que el usuario compra o deposita. Similar a lo que ocurriría con una tarjeta de débito, pero sin los beneficios del ahorro asociados a ese instrumento.
¿Puedo tener tarjeta de crédito si aún soy estudiante?
Sí. Las instituciones bancarias tienen publicidad sobre sus productos para universitarios que cubren el prerrequisito de la mayoría de edad. Se trata de tarjetas que buscan que los jóvenes aprendan cuál es el funcionamiento del crédito revolvente y se familiaricen con conceptos como fechas de pago, fecha de corte e intereses y comisiones.
Al estar dirigidas a estudiantes no se espera que ellos tengan una gran capacidad de pago, por lo que las líneas de crédito no permitirán alcanzar grandes deudas en caso de no pagar el dinero financiado. Por otro lado, es posible que no puedas usar este tipo de tarjetas para situaciones en las que se incluyan meses sin intereses.
Tener historial crediticio es importante. Así es como se construyen los antecedentes financieros que permitirán tener una buena calificación ante el sistema financiero. Manejar buenos números como deudor que cumple con los compromisos contraídos y los salda a tiempo es la mejor garantía para los fiadores.
¿Cuáles son los requisitos para solicitar crédito?
Deberá consultarse la información específica en cada institución financiera. En general, los requisitos son:
- Ser mayor de 18 años
- Identificación vigente
- Comprobante de domicilio (recibo de luz, teléfono o agua).
- Comprobante de ingresos.
¿Debería tener una tarjeta de crédito al cumplir la mayoría de edad?
Es positivo que desde edades tempranas aprendamos a tener finanzas sanas. Así que con un crédito limitado y el apoyo de tus padres es posible que empieces a desarrollar tus habilidades en el manejo del dinero, las cuales te serán indispensables en la vida adulta.
Usadas responsablemente, las tarjetas son instrumentos prácticos que permiten adelantar y pagar a plazos compras que difícilmente podemos hacer de un solo pago. Además, bien manejadas, otorgan beneficios que no están disponibles al pagar en efectivo.
¿Qué pasa si no pago mi tarjeta de crédito?
Cuando no planeamos nuestros pagos, los gastos se nos pueden salir de control. Si los intereses provocan que las deudas sean impagables, lo mejor será recurrir a los especialistas que nos asesoren sobre cómo manejar nuestras finanzas personales.
Debes tener en cuenta que no pagar tu compromiso crediticio te generará un registro negativo. En esos casos, los morosos deben acudir con reparadoras de deudas, empresas especializadas en negociar con los acreedores para buscar descuentos que permitan finiquitar el adeudo en mejores condiciones.
El ABC del crédito
- Permite comprar bienes o servicios sin tener efectivo. Solo se firma un pagaré por la cantidad de la compra y la institución emisora de la tarjeta liquidará al negocio el importe de nuestra compra.
- Sí tienen un costo. Aunque hay opciones que no cobran anualidad, por lo general las tarjetas de crédito cobran por membresía o a los 12 meses de que se aperturó la línea de crédito.
- No es dinero propio. Eso significa que debemos pagarlo. La cantidad adeudada puede liquidarse según los diferentes esquemas de pago con y sin intereses que las instituciones ofrezcan por ese financiamiento.
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